El enchufismo campa por doquier en cualquier arte, ya sea tauromaquia, literatura, pintura etc etc.
Pero hablemos de la tauromaquia ahora, chicos que se dejan sus mejores años de vida preparándose, persiguiendo su sueño, ni siquiera ser figura del toreo, conformándose solo con ser toreros. Pero con el tiempo la ilusión flaquea, desde que empiezan a capotear becerros al abrigo de la escuela taurina de turno, ya están sentenciados.
Y hablo de esta sentencia pues los señoritos de turno ya han elegido al becerrista o novillero que van a inflar.
¿Que no sabe torear? Y eso a quien le importa hoy en día... Si solo van a oír hablar del toricantano elegido por el poder que trama en la sombra.
Favores debidos, el siempre inefable "mira a ver que haces con el niño" y demás milongas, que aunque duela dejan en la cuenta muchas ilusiones frustradas de otros chicos que jamás tienen más oportunidad que la de ser comparsa de este contubernio desalmado.
Así van pasando etapas, sin picar, picadas y alternativa "EL ELEGIDO" esta en el circuito, ya solo debemos esperar que apoderados y empresarios repartan el pastel del mito creado, ¿que no sabe torear? y eso a quien le importa, si tampoco iban a darse cuenta la New afición .
¿que dejan en la cuneta a chavales con arte valor y concepto de lo que es la tauromaquia?, y eso a quien le importa si nadie se va a acordar ni como se llamaban.
Negocio, enchufe y para lo demás... Para lo demás ya está el aficionado, que pague y Callé, que es lo que tiene que hacer... Lo demás ya está hecho.
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